«Cámbiate de lugar con la vecina. Dentro de una hora. Te llaman Alicia».
Alicia. Ese nombre no me decía nada, no resonaba en mi agotada cabeza. Otra incógnita en esta interminable cadena de pesadillas. Pero, ¿qué significaba «cambiarte de lugar con la vecina»? ¿Con el cadáver?
Купите полную версию книги и продолжайте чтение
Купить полную книгу