Si nos damos cuenta los colores de su representación son el rojo y el negro.

El rojo representa fuerza, vitalidad, energía, fortaleza, eficacia, brío, impulso, ánimo, potencia, nervio, poderío e ímpetu y el negro es lo oculto, lo recóndito, lo furtivo, lo velado, lo clandestino y lo arcano.

Todas estas características definen a Eshú a la perfección, que mejor que el rojo y el negro para su representación física.

El significado en sí de la palabra Eshú significa mensajero. Es el mensajero astral de los Orishás, sólo él puede atravesar una dimensión para pasar a otra y puede ver el futuro y el pasado. Su poder es incontrolable y su fuerza infinita.

Nos hablan de mensajero, de policía astral, para hablar de él no podemos olvidar hablar de Kimbanda, Umbanda, Candomblé, diferentes culturas afrobrasileñas en las que él está presente.

El equilibrio de todas es Eshú, es el nexo de unión lo que las hace funcionar a todas y en cada una de ellas tiene unas características definidas.

Protege a los hombres, cuida de ellos pero no asume sus errores. Les da la posibilidad de hacer el bien y el mal, sólo pide una recompensa por su trabajo, la cual hay que dar y nunca olvidarse porque sino su furia es terrible.

Es una entidad muy juguetona, bulliciosa, incansable, y traviesa, gusta de hacer bromas a los hombres, le gusta mucho divertirse. Conoce el punto débil de cada uno y si le ofendes utilizará la información para que tu vida sea mucho más complicada, necesites su ayuda y no la encuentres.

Pone tentaciones en tu camino para permitirte la libertad de escoger la senda que quieras seguir, asume tus responsabilidades, luego no les pidas cuentas.

Es una entidad que regula tu karma, te pone en el camino dificultades y tentaciones, pero también te da la posibilidad de que lo rechaces y aceptes el sendero espiritual, el lugar de las tentaciones carnales, terrenales y materiales. Tú decides y el actúa.

Es quien realiza los trabajos encargados a los Orishás y los que le encargan a él mismo.

Cada Eshú trabaja para un Orixá determinado, de igual modo cada uno de ellos tiene ayudantes a su cargo, formando una perfecta organización jerárquica.

Espiritual con una misión individual y un trabajo propio (ver organigrama de la ley de Eshú).



Todos estamos a las órdenes de Dios e intentamos siempre hacer el bien. El malo no es Eshú sino cada uno de nosotros con nuestras actitudes y talantes, los rencores, odios y resentimientos que acumulamos en nuestro corazón y nos hacen actuar de una manera u otra.

Ningún Orixá te escuchará si antes no has encomendado tu petición a Eshú.

No hace ni el bien ni el mal, cumple las órdenes que le damos. Se le ve un niño juguetón e irresponsable que es feliz creando confusión entre nosotros y los Orishás. Lo que hace es responsabilidad nuestra porque él no distingue entre el bien y el mal.

No hay religiones ni entidades negativas sino personas con mala voluntad que hacen el mal y personas con buena voluntad que intentan remediarlo. Es necesario la existencia de ambas para regular el funcionamiento del universo.

Es el agente mágico universal, el enviado, mensajero de los Orishás por eso recibe las ofrendas en primer lugar.

Antes de cualquier ofrenda a un Orixá se deberá hacer homenaje y sacrificio a Eshú, el calmado y comiendo quedará contento y dejará que se realice la ceremonia al Orixá en paz.

Eshú es el señor de los caminos, dueño de la producción que da la tierra y de todo lo relacionado con la fecundación y productividad. El habló a los Orishás para decirles que seguiría siendo su mensajero pero que a los hombres los trataría diferente y les haría vivir con sus miedos y asustarlos con ellos, sería el demonio de los blancos par que su pueblo dejara de sufrir la esclavitud a la que estaba sometido, el lucharía con las emociones, recelos, aprensiones, desconfianzas, turbaciones y dudas de los blancos y el resultado sería una mejor existencia para su pueblo. Los Orishás meditaron lo que les dijo y mandaron sus Eshús a la tierra. A partir de aquí cuenta la leyenda que Eshú se convirtió en demonio para los blancos de alma oscura.